Jeremías 18:1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 18:2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió, y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 18:5 Entonces vino a mi palabra de Jehová, diciendo: 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Así quiere el Señor hacer con nosotros, como ese barro moldearnos a su voluntad, pues su voluntad es mejor que la nuestra. Solo que con el tiempo, el caminar, y las deferentes pruebas nos vamos secando, y cuando el Señor quiere volver hacer contigo como él quiere, estás demasiado seco y no te dejas moldear. Por eso la enseñanza es seguir moldeables, seguir mojados como ese barro en la mano de Jesú
En estos tiempos, una de las mayores dolencias de la humanidad es la ansiedad y la depresión. Estos provocados por el ritmo de vida que llevamos y la necesidad de llevar el control de todo que se nos exige. Todo esto podríamos evitarlo si de verdad confiáramos en Dios, de hecho Dios en su palabra nos deja claro de que debemos de ocuparnos, porque no se puede servir a dos señores. Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por eso Dios nos prepara para que sirvamos a Dios y al prójimo, olvidándonos de las cosas de cuerpo, por eso Dios te dice, no te afanes con las cosas que te pueden producir ansiedad, pues como ves, no llegas a todo, pero Dios si llega, o depresión pensando que no eres válido, pues para Dios eres muy capaz, nos dice así su palabra. Mateo 6:25-34 Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de